¡Ay de aquel que navega, el cielo oscuro, por mar no usado
y peligrosa vía, adonde norte o puerto no se ofrece!
Don Quijote, cap. XXXIV

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quinta-feira, maio 31, 2007
 
OLHO POR OLHO, ESTUPRO POR ESTUPRO



Em referência às sublimes prescrições do Antigo Testamento quanto à virgindade, Erny Jr. me envia um despacho da EFE:

Una mujer es condenada en Pakistán a ser violada
por los abusos de su marido a una menor


Una mujer de una localidad del centro de Pakistán huyó de su casa tras dictaminar un consejo tribal que ha de ser violada por el padre de una menor de la que abusó su marido, en un caso que ninguna de las familias afectadas ha planteado a la Policía. La corte tribal juzgaba a Rafiq Naunari, padre de cinco hijos y habitante del pueblo de Jehanian, cerca de Multán, la capital de la provincial oriental paquistaní de Punjab, según el diario Daily Nation.

Violar a la mujer del violador

El pasado día 23, Naunari fue sorprendido abusando de una niña de ocho años a la que había secuestrado cuando ésta acudía al colegio, pero logró escapar y aún está en paradero desconocido. Los hermanos del violador ofrecieron a sus cuatro hijas, pero el padre de la víctima las rechazó. Los tres hermanos de Rafiq ofrecieron a sus cuatro hijas en matrimonio al padre de la niña violada, Muhammad Nawaz, que las rechazó. La corte dictaminó entonces que fuera la esposa de Rafiq la que pagara el delito de su marido siendo entregada a Nawaz, pero la mujer logró huir antes de que se ejecutara la sentencia.


Aparentemente, mais uma barbarie de um país islâmico. Em termos. Mutatis mutantis, esta mania de oferecer o corpo alheio em sacrifício já está no Gênesis. Em piores circunstâncias. Um pai, logo o único homem justo de Sodoma, escolhido justamente por isso por Jeová para ser salvo da destruição da cidade, oferece à turba suas filhas virgens para proteger dois hóspedes seus. Vamos aos textos divinos:

"Mas antes que se deitassem, cercaram a casa os homens da cidade, isto é, os homens de Sodoma, tanto os moços como os velhos, sim, todo o povo de todos os lados; e, chamando a Ló, perguntaram-lhe: onde estão os homens que entraram esta noite em tua casa? Traze-os cá fora a nós, para que os conheçamos. Então Ló saiu-lhes à porta, fechando-a atrás de si, e disse: meus irmãos, rogo-vos que não procedais tão perversamente; eis aqui, tenho duas filhas que ainda não conheceram varão; eu vo-las trarei para fora e lhes fareis como bem vos parecer: somente nada façais a estes homens, porquanto entraram debaixo da sombra do meu telhado".

Nada de novo sob o sol, diz Qoelet.